8.00
pm. Ciudad de Hipnos. Casa de la familia Kanion.
El
pequeño Abhert viendo dibujos animados en la televisión; en la cocina, su madre sirve la cena y lleva los platos al elegante comedor, su padre en el segundo
piso cambiándose de ropa porqué apenas acaba de llegar del trabajo,
se quita el terno, viste una ropa ligera
para cenar y luego descansar.
Aby ven
a la mesa que vamos a cenar.
Si
mamá.
El
señor Kanion baja al comedor y se sienta al lado de su hijo.
Aby
como te fue hoy en la escuela.
Muy
bien papá, tuve la mejor nota en el examen de matemática.
Te
felicito hijo, seguro que llegarás a ser mucho más inteligente que yo.
La
madre toma asiento.
Eso lo
heredó de su papá. Y también lo lindo y bello…
La joven madre le regala un beso en la mejilla a su
esposo.
Mi hijo
llegará mucho más lejos que yo, es un gran muchacho…
Claro que
si… Fede y cómo te fue en el trabajo, ¿todo bien?
Si,
seguimos con los experimentos de cambio genético...
¿Es el
proyecto del que ahora estás a cargo?
Sí, me
cambiaron…
La
charla es interrumpida. Alguien toca el timbre. Mamá sale a abrir la puerta. Luego
de abrirla, retrocede muy asustada sin decir ninguna palabra. Dos ladrones
entran a la casa, amenazan a la joven madre con un arma. La llevan hacia el
comedor.
Fede y
su hijo quedan pasmados y asustados al ver entrar a su madre custodiada por dos
extrañas personas que además llevan un arma de fuego.
Uno de
los delincuentes ordena que vayan a la sala.
La
familia obedece. Van lentamente a sentarse frente al televisor
Fede
abraza a su pequeño hijo y a su esposa.
Señor
Kanion donde está el dinero. – increpa el delincuente –
Fede sin pensarlo, y muy seguro decide entregar lo
que sea a cambio del bienestar de su familia.
La caja
fuerte está en el dormitorio, está abierto así que llévense todo lo que
quieran. Solo les pido que no le hagan daño a mi familia.
El
delincuente ordena a su compañero que vaya por el dinero. Al rato baja con el
dinero en una maleta.
Ya tengo el dinero, ahora que hacemos...
Señor Kanion póngase de pie, y
vaya hacia la puerta...
Cuando
Fede está cerca a la puerta, el delincuente suelta un disparo que penetra su
espalda, destrozándole las costillas. Fede cae inmediatamente. La joven madre da
un grito. El pequeño Abhert llora desesperadamente se suelta de su mamá que lo
tenía abrazado y va hacia el cuerpo de su padre...
La
señora va tras él pero el delincuente se lo impide, le ordena que se quede
dónde está.
Papito,
papito no mueras, te quiero mucho...
Hijo ve
con tu madre... son lo más hermoso y valioso que tengo... no llores ve con
tu madre...
Se
escucha otro disparo.
Abhert
voltea y ve a su madre en el piso, con una herida en la cabeza, a su corta edad
puede reconocer el trágico suceso, su madre ya está muerta.
Quédate ahí mocoso,
no te muevas...
Haz
caso hijo... tranquilo, tú vas a sobrevivir. Le dice
su padre agonizante y dejando caer unas lágrimas de impotencia.
El niño
inmóvil con los ojos mirando al suelo y llorando en silencio al costado de su
padre que permanece en el piso.
El
delincuente se acerca a ellos y termina con la vida del padre disparándole en
la cabeza. La sangre salpica el rostro de Abhert.
Casio, no era necesario tener al niño
presente.
El niño
no se mueve se queda viendo el piso y sigue llorando. Impotente ante el
escenario y tragedia que vio.
Casio,
¿vamos a matar al niño?
Claro
que si tú lo harás...
No, yo
no puedo... – responde temeroso el delincuente –
Eres
un inútil, lleva el dinero al auto y espérame...
El cómplice obedece, se dirige al auto con
el motín.
Ahora
el asesino apunta al niño, con la intención de acabar con su horrendo trabajo.
El niño
levanta la cabeza y ve con unos ojos de furia al delincuente...
Nunca había visto
esa mirada, esté niño... no puedo perder el tiempo tengo que matarlo…
Intenta
disparar pero no puede mover el dedo, no puede mover ninguna parte de su
cuerpo.
“que me pasa, no puedo moverme… apenas
puedo respirar, quien es este niño, acaso es él quien está causando todo esto”
- se pregunta Casio –
El niño
sigue mirándolo fijamente con una furia indescriptible.
El
delincuente siente un intenso dolor de cabeza, brota un poco de sangre de su nariz... luego de un instante logra moverse, suelta el arma,
se arrodilla y agarra la cabeza, el dolor es insoportable... de pronto comienza a flotar en el aire, se
mueve desesperadamente, olvida el dolor, el miedo que siente es mucho
peor.
Mira al niño, éste continua viéndolo con la misma furia; hace puño fuertemente con sus pequeñas manos, empieza a salir sangre por sus ojos y por su nariz...
Mira al niño, éste continua viéndolo con la misma furia; hace puño fuertemente con sus pequeñas manos, empieza a salir sangre por sus ojos y por su nariz...
El asesino empieza a gritar de dolor y desesperación.
El cómplice que
está esperando en el auto escucha los gritos, piensa en regresar pero
sorpresivamente escucha la sirena de los autos de la guardia urbana que se
acercan; decide huir y dejar a su compañero.
El
cuerpo del delincuente que aún está levitando comienza a desintegrarse, primero
sus miembros son separados de su cuerpo, la piel comienza a desintegrarse dejando expuesto sus músculos y órganos, luego cada órgano comienza a despedazarse. Se puede ver toda la
sangre, trozos de carne, de hueso flotando. La desintegración llega a un nivel
celular, molecular y atómico... El cuerpo del delincuente desaparece sin dejar ningún rastro.
El
pequeño Abhert, que aún sangraba se desmaya y queda tirado en el piso.
Luego
de unos minutos llega la guardia urbana, encuentran los cuerpos de los esposos
Kanion, y al hijo agonizando.
¡Los
padres están muertos!, ¿cómo está el niño?...
¡El
niño está vivo! – responde angustiado –
Llévenlo al
hospital, inmediatamente…
3 meses después. Orfanato zafiro
Oficina del director. Están presentes: Hineo, el dueño de la compañía donde trabajó Federick Kanion; el director Fretell y el pequeño heredero de los Kanion. Afuera esperan 2 guardaespaldas.
Señor Hineo por favor cuide bien al pequeño Kanion…
No se
preocupe, el niño tendrá todo, nunca le faltará nada. – Responde muy seguro
Hineo –
Abhert,
ve con el señor desde ahora él te cuidará, él fue un gran amigo de tu padre y
tu familia...
Abhert solo asienta la cabeza.
Si quieres un buen comentario sobre esta entrada que te sirva para todas las futuras escrituras, te mando a tu gmail, si se puede, dos archivos.
ResponderEliminarPor lo demás, me ha gustado mucho, tienes bastante que perfilar pero hay madera detrás.